Excursiones de Bubani por el País Vasco
En julio de 1850 conoce en Pamplona a Juan de Mata Uriarte, “Direttore dell’Università di Pamplona. “El día 14 pasé 4 horas con él controlando su herbario, en el cual encontré pocas cosas relevantes. Ahora que se anime, y podrá serme útil.”
Cuando vuelve a la ciudad en 1858 afirma: “Volví a ver Pamplona con gusto, y la encontré embellecida.”
En esta ocasión contacta con el botánico Natalio Cayuela. Autor de Plantas cogidas en las cercanías de Pamplona hace algunos años. Fue catedrático del Instituto de la capital navarra.
En mayo de 1853 conoce en Bayona a la familia Feillet. “En Baiona volví a ver enseguida a los Feuillet, padre e hijas Hélène, y Blanche, que me recibieron bien”
Pierre Jacques Feillet, pintor y litógrafo nacido en Iméray, estudió pintura en París. En 1834 se instaló en Bayona y de 1844 a 1855 dirigió la Escuela de Dibujo y Pintura de la ciudad. Sus hijas Hélène y Blanche fueron también pintoras y litógrafas, muy activas en la Bayona de mediados del XIX. Blanche en 1844 se casó con Charles Hennebutte impresor afincado en esta ciudad. Hacia 1857 fue nombrada directora de la Escuela de Dibujo y Pintura de Bayona. Ambas fueron autoras de numerosas litografías de paisajes vascos, que nos permitirán ilustrar los viajes de Bubani.
Este mismo mes entra en Gipuzkoa y visita el Santuario de Loyola. “Visité el famoso Monasterio, Convento, Casa de Loyola, donde dicen que nació este hombre de Dios, que ha puesto y sigue poniendo tanta agitación en el mundo. El edificio es grandioso, sólido, y de una admirable arquitectura. Lo visité con el Sacristán, una bestia, de la que no pude recabar razonamientos inteligentes.Volví a visitar la Iglesia con más calma y comodidad el 29 de Mayo y aunque todavía no esté acabada la declaro obra estupenda y admirable.”
En junio de 1857comenta: “El teniente de los Aduaneros en Oiartzun quiso hacerse el riguroso y los pilló con contrabando en la carreta que llevaba mis cosas: detuvo la carreta y al conductor de ella. Bastante agitación de este y el otro y no pocas fanfarronadas mias. Poca prudencia, porque el pueblo en España está siempre de lado de los fraudulentos. Por lo tanto me quedé en Oiartzun la noche, el día siguiente y la mañana del 20 bajé con el teniente al Paseo.”
El 5 de junio de 1853 llega a Bilbao donde conoce al “Director del Instituto Dr. Agostino de Arragui y Heradia,el cual me acompañó en el paseo, me acompañó al mismo Instituto, me dio una memoria suya impresa sobre el Instituto, y se me declaró amigo y protector.”
Agustín de ARREGUI y HEREDIA era profesor de geografía y Director del Instituto Vizcaíno entre 1848 y 1856. Él le pondrá en contacto con el botánico y poeta Mariano EGUIA, que se dedicó, desde el año 1823 al estudio de las plantas en la capital vizcaína.
El 24 de junio conoce en Oñate a Fernando MIEG, “que me hizo buena impresión, y lo juzgué amable, con muchas ganas de aprender y expansivo: muy frío en cuestiones políticas, y también en demostraciones de afecto con los amigos, pero en el fondo bueno.” Éste fue el le que regaló el mapa de Gipuzkoa que se puede ver en la exposición.
Fernando MIEG, naturalista español, fue director y catedrático del Instituto de Bergara y después del de Bilbao. Estudió Historia Natural y coleccionó el herbario de Bizkaia y Gipuzkoa. En Bergara, en terrenos pertenecientes al Real Seminario, donde la Bascongada había establecido un “huerto experimental” a finales del siglo XVIII, creó un jardín botánico.
Eibar, 20 de julio de 1857: “Descansé en el pórtico del convento, hoy en día fábrica de arcabuces, cuando un mal nacido operario me tiró dos veces un saco de tierra.¡Antipatía de los Guipuzcoanos a los forasteros!”
Durango, 27 de julio 1857: “En Durango, pueblo notable y carlista pregunté inutilmente a 7 o 8 personas, entre ellos el Director del correo, el nombre de los ríos afluentes de este lugar: el Director dijo que ¡no se fijaba en esas cosas!. Ignorancia y beatería máxima en este pueblo, del cual escapé con alegría.”
Azpeitia, 15 de agosto 1857:
“Volví a Azpeitia, ameno, pero poco curioso lugar botanicamente hablando”
“El día 22 [junio de 1857] volví a San Sebastian a casa de la buena bodeguera Maria Josefa Ibarrola, amiga de la Feillet, que me alojó en septiembre de 1844.”
Bergara, 25 de junio 1853:
“El día 25 fui con Mieg a Vergara, donde en la catedral observé un bellísimo Cristo crucificado de madera.También vi el colegio, que me gustó.